Mi afición a la fotografía comenzó en el año 1967, entonces vivíamos en Francia y mis padres compraron una cámara Kodak Brownie Starlet, yo tenía nueve años y me fascinaba ver cómo ese aparato cogía imágenes que luego teníamos en un cartón. Esa fue mi primera cámara.
Después tuve marcas como Zenit, Cosina, Minolta, Yashica, y otras que no recuerdo. A los diecisiete años adquirí un laboratorio de blanco y negro de un conocido que había fallecido, entonces no había muchos libros para poder aprender así que casi todo lo que aprendí con el laboratorio a base de pruebas y fallos hasta que compré el libro Manual del fotógrafo – Life la Fotografía de Salvat Editores con el cual mejoré mucho mis fotografías, tanto en laboratorio como haciéndolas.

Desde entonces, aunque no haya sido siempre mi profesión, no he parado y he hecho todo tipo de reportajes: para libros, para empresas, para software multimedia, todo tipo de eventos, e incluso fui fotógrafo militar.

Ahora con los años y las nuevas tecnologías todo ha cambiado, ya no hay que llevar carretes, las fotos se ven al instante y se pueden hacer cambios de ISO, cosa impensable con las cámaras analógicas. Con las cámaras actuales hay muchas más opciones para realizar fotos.